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SÍNTESIS

Reconocida como un aporte indiscutible al género antológico chileno, es esta la primera obra de Miguel Serrano (que preparó y escribió cuando tenía 21 años), en la cual destaca su lúcido prólogo, todavía vigente en nuestros días. A excepción de Juan Emar, en ella se recopilan cuentos de los jóvenes de su generación literaria chilena (la de 1938) incluyendo también uno de su autoría. Se encuentra dedicada a su joven amigo el escritor Héctor Barreto, quien había fallecido en 1936.

FRAGMENTOS de Miguel Serrano

Vida es acción del hombre sobre el mundo. Vida es humanizar. En el sentido ideal; puesto que hoy tenemos que mirar éticamente por los valores. Por los valores positivos. De este modo debe y tiene que ser en la realidad.
Pág. I.

Nuestra generación está desamparada, no tiene dónde expresarse. Pero no habrá de arrastrarse. La lucha está planteada. Es una lucha de calidad contra poder de cantidad. Nunca se ha visto aún en la historia que la calidad perezca bajo un pie. Porque calidad significa intenciones de verdad. Solo la verdad se impone.
Pág. IV.

Viajero celeste, cuántos caminos de distancia y paz y millas de sombras por tu apretada luz. Dónde estás hoy. Y el Valle del Reposo y el Sendero de los Siete Esfuerzos…
Pág. 187.

CRÍTICA

«Miguel Serrano tenía 21 años cuando practicó este ejercicio de irreverencia: publicar una antología de cuentos no realistas, no criollistas, no indigenistas, no naturalistas, no político-sociales, como los pedían a gritos en 1938. Desafiando al público, a la crítica, a la época, presenta relatos de pura invención imaginativa, sin concesiones a la lógica, la racionalidad o las urgencias de la historia contemporánea… La mayoría de los autores presentados visionariamente por Serrano hicieron después de 1938 un recorrido más que decoroso en las letras chilenas. Además de Emar, tres premios nacionales (Carlos Droguett, Eduardo Anguita, Braulio Arenas), un humorista de pluma sagaz (Juan Tejeda) y el autor de importantes novelas que hoy exigen una revaloración editorial: Guillermo (aquí aún es Anuar) Atías… Y Miguel Serrano, naturalmente, único sobreviviente de los autores de este libro, con su importante, dilatada y controvertida obra literaria, que impresionara a su generación ―la del 38― con la crónica novelesca Ni por mar ni por tierra y nos deleitara en los últimos años con cuatro volúmenes de originales memorias».
Antonio Avaria, «Cuentos contra el sentido común» en El Mercurio, 5-5-2001.

«Lo primero que asombra de este libro es el prólogo escrito por Serrano a la edad de 21 años, que muestra una lucidez poco usual para penetrar en temas inmanentes al ser chileno».
Francisco Véjar, «¿Chile, país de cuentistas?» en El Mercurio, 2-12-2000.

«Excursión creadora que para nuestra literatura supone la presencia de Miguel Serrano».
Filebo en Las Últimas Noticias, 2-1-2001.

«Hay un notable poeta chileno en prosa que, a nuestro juicio, muestra un surrealismo “a outrance” (a ultranza), Miguel Serrano. En su “Antología del nuevo cuento”, privilegia la imaginación y la fantasía, como lo hicieron los surrealistas en el decenio anterior a 1938».
Armando Uribe Arce, «Surrealismo en Chile» en El Caballo de Fuego, 2001.

ÍNDICE

PRÓLOGO (Miguel Serrano) | PEDRO CARRILLO | El soliloquio infinito | El árbol de la sombra sin miedo | BRAULIO ARENAS | Gehenna | ADRIÁN JIMÉNEZ | Para siempre | Motivo de conversación | JUAN TEJEDA | Miedo ante el paisaje | EDUARDO ANGUITA | Las hormigas devoran a un hombre llamado David | TEÓFILO CID | Los despojos | JUAN EMAR | El unicornio | Pibesa | CARLOS DROGUETT | El señor Videla y su paraguas | ANUAR ATÍAS | La escala | MIGUEL SERRANO | Hasta que llegue a la luz | HÉCTOR BARRETO | Rito a Narciso | La ciudad enferma | El pasajero del sueño