En 1967 Miguel Serrano era leído con gran interés en Suecia.
El 6 de abril, el poeta sueco Artur Lundkvist, miembro de la Academia Sueca desde 1968, publica en Dagens Nyheter una crónica sobre Miguel Serrano y el mexicano, también escritor y diplomático, Octavio Paz titulada «Litterära ambassadörer».
Está terminando de escribir el artículo «Dios y los discos voladores» para La Prensa de Buenos Aires (11-6-67) y El Mercurio de Santiago (8-10-67).
El día 19, un mes después de haber dado su recepción de despedida como embajador de Chile en Yugoslavia, es condecorado por el Gobierno de Tito con la «Ordenom Jugoslovenske Zastave sa Lentom». Días más tarde tiene lugar un almuerzo oficial en su honor ofrecido por el Gobierno yugoslavo.
Antes de partir, el 28 de abril consigue el apoyo del mencionado Gobierno a la candidatura de Hernán Santa Cruz como director general de la FAO.
Permanece hasta finales de mayo en Belgrado.
Tras ser decretado su traslado a Viena y nombrado embajador de Chile en Austria, presenta sus credenciales como tal el 23 de junio ante su presidente, Franz Jonas.
A comienzos de julio toma posesión de la residencia oficial de la embajada de Chile en Viena ubicada en el número 3 de Tirolergasse.
Poco después llega a Chile al matrimonio de su hija, que tuvo lugar a mediados de ese mes.
El 1 de agosto presenta cartas credenciales ante el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) como delegado permanente de Chile.
Del 22 de agosto al 11 de septiembre viaja a Nueva Delhi en misión especial para conseguir el apoyo de India a la candidatura de Hernán Santa Cruz a la dirección general de la FAO, lo que finalmente se le otorga el 17 de noviembre de ese año.
A su regreso, el 19 de septiembre tiene lugar en Sofía su despedida oficial ante el Gobierno búlgaro.
Encabeza la delegación chilena en la XI Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica que tuvo lugar en Viena desde el 25 de septiembre al 2 de octubre.
El 12 de octubre es recibido por Indira Gandhi en el Palacio Blanco de Belgrado.
Cuatro días después asiste a una recepción ofrecida por Chivu Stoica, el presidente de la República Socialista de Rumania, en honor de la primer ministro de la India, en visita oficial a ese país.
Durante su estadía en Bucarest tiene audiencias, como embajador de Chile en Rumania, primero con el presidente de su Consejo de Estado, Chivu Stoica, y después con el secretario general del Partido Comunista, Nicolae Ceausescu.
A finales de octubre consigue el voto de Rumania para la candidatura de Chile a la dirección general de la FAO.
